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Plenilunio
de Leo
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Viernes 27 de
Julio de 2018 -
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Nota clave:
"Yo
soy �se y �se soy Yo"
El
Festival de Luna Llena tiene lugar este mes en el signo de Leo. Por lo
tanto, Leo cualifica el flujo de energ�a desde nuestro centro solar, el
Sol. Condiciona el tipo de energ�a que podemos recibir y distribuir en
meditaci�n.
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En
el Festival del mes pasado, la energ�a de C�ncer influenci� la
conciencia colectiva de la humanidad, estimulando la tendencia hacia la
autoconciencia. En Leo, el individuo se vuelve plenamente autoconsciente,
autoperceptivo y autosirviente, hasta que eventualmente, a trav�s de la
experiencia y del crecimiento, surge la tendencia hacia la conciencia
grupal, reemplazando el egocentrismo. Este desarrollo siempre es debido a
una creciente sensibilidad a la influencia del alma. El disc�pulo en Leo
se vuelve crecientemente consciente del ser superior, el alma, adentr�ndose
gradualmente en esa condici�n de total fusi�n con el alma, caracter�stica
del descentralizado servidor mundial.
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Cuando
sabemos qu� fuerzas se encuentran disponibles y cuales deber�an ser sus
efectos sobre la conciencia humana, podemos trabajar con inteligencia y
amor para ayudar a establecer esos efectos mediante la exactitud de
nuestra orientaci�n en la meditaci�n. Nuestro trabajo oculto con la
energ�a crea la cruz de brazos iguales, el s�mbolo del disc�pulo y del
servidor en la nueva era de Acuario. La penetraci�n vertical en la
conciencia, a medida que abrimos nuestro canal de alineamiento en la
meditaci�n, debe equilibrarse con la transmisi�n horizontal de
energ�a de acuerdo al tema y objetivo de nuestro trabajo. Este necesario
equilibrio tambi�n depende de la forma en que vivimos nuestras vidas
diarias. Dicho de otra forma, el trabajo subjetivo debe proceder
totalmente paralelo a su aplicaci�n objetiva.
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La
energ�a disponible durante la meditaci�n en cada Festival de Luna Llena
estimula al alma humana. Esta cualidad particular y efecto de Leo conduce
al individuo, consciente de s� mismo, hacia el alma consciente del grupo.
S�lo el alma tiene conciencia grupal. S�lo el alma puede transformar las
actitudes ego�stas y separatistas de la mente y del coraz�n. S�lo el
alma puede conocer el Plan en toda su belleza y s�lo el alma puede
inspirar la mente humana con ese conocimiento.
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Leo
presenta una relaci�n singular con el sol, en el coraz�n de nuestro
sistema planetario. El alineamiento planetario y sistem�tico establecido
durante este Festival es un alineamiento de coraz�n/alma. El coraz�n
de la humanidad, el coraz�n del planeta: la Jerarqu�a espiritual y el
coraz�n del sol, crean el canal que se extiende hasta Sirio, la gran
"estrella de iniciaci�n" del universo. Sirio tiene una relaci�n
�nica con nuestro planeta Tierra y, desde Sirio, la energ�a de amor puro
fluye a trav�s del centro solar y al coraz�n planetario.
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Esta
alineaci�n, establecida durante el per�odo de la Luna Llena de Leo,
evoca los principios c�smicos de Amor y Libertad, fluyendo ambos a
nuestro campo de percepci�n a trav�s de Sirio y Leo.
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Estos
dos principios est�n ejerciendo un impacto creciente sobre la conciencia
humana, afectando a todas las �reas de la vida. En nuestro intento por
trabajar con estas energ�as y por colaborar con la Jerarqu�a espiritual
del planeta, el resultado deber�a ser la creciente manifestaci�n en la
humanidad del principio de Amor y la liberaci�n de la vida humana de las
ataduras del materialismo y de todo cu�nto tiende a aprisionar el esp�ritu
humano.
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En
cuanto al alma, el disc�pulo puede responder al reto lanzado a quienes
buscan servir al Plan durante esta �poca de crisis en la historia humana,
un reto que un conocido instructor ha puesto en las siguientes palabras:
"Que todos cu�ntos buscan ayudar, consideren cuidadosamente que
pueden hacer y qu� contribuci�n pueden realizar. Que sopesen, tras la
debida reflexi�n, qu� pueden sacrificar y de qu� forma pueden sumergir
sus personalidades, normalmente ego�stas, en este gran impulso, dado por
la Jerarqu�a al nuevo grupo de servidores del mundo y a los hombres y
mujeres de buena voluntad de todo el mundo. Las barreras que separan a
persona de persona y a naci�n de naci�n pueden desaparecer. El Esp�ritu
de la Paz puede volverse tan poderoso que los ajustes necesarios se
realicen natural y suavemente. La iluminaci�n de las mentes de la
humanidad y la renovada organizaci�n de los esfuerzos humanos, hacia la
hermandad, pueden ser estimulados a una nueva y mayor actividad.
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La
nota clave del disc�pulo en Leo, que podemos tomar en nuestro pensamiento
meditativo como idea simiente, es: "Yo soy �se y �se soy Yo".
Yo soy el alma, la relaci�n entre el aspecto divino de la humanidad y la
forma material, la personalidad sobre el plano f�sico.
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A
trav�s de una repetida experiencia bajo la influencia de Leo, el disc�pulo
puede ciertamente decir: "Yo soy el alma. Como alma, sirvo a los prop�sitos
del Plan. Como alma, soy la conciencia del Cristo interno. Como alma,
puedo tocar el centro solar, la fuente de vida y amor y luz. Como alma,
puedo transmitir estas potencias y tocar el alma de otros. Como alma,
puedo elevar, redimir y transformar, de acuerdo al Plan".
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De
este modo, meditamos al ritmo del alma de la humanidad, porque el alma es
el tema consciente, sensible, del Plan Divino, la fuente de conciencia y
la meta de todos los procesos evolutivos actuales.
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Todo
cuanto es, es creado por la meditaci�n, por el deseo fundi�ndose en
pensamiento fugaz, y el pensamiento fugaz convirti�ndose en pensamiento
claro y, eventualmente, en pensamiento abstracto y trascendente. Una
prolongada concentraci�n sobre alguna u otra forma se convierte,
eventualmente, en meditaci�n sobre aquello que no es parte de la
naturaleza de la forma: su significado y vida inherentes; pasando de ah�
a esa contemplaci�n que es la fuente de inspiraci�n y de iluminaci�n.
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La
meditaci�n produce un alineamiento creativo entre el instinto, el
intelecto y la intuici�n, as� como la identificaci�n consciente.
Relaciona (en una unidad indisoluble) la llamada mente inferior o
concreta, la mente grupal, la mente jer�rquica y la mente universal. La
meditaci�n conduce a un alineamiento consciente de los centros del disc�pulo
y tambi�n de los tres centros planetarios: la humanidad, la Jerarqu�a y
Shamballa; es de naturaleza invocativa, exigente, fusionante, receptiva y
distributiva. Para el disc�pulo, la meditaci�n es el agente que crea o
construye el antakarana y controla �v�a el alma o la Triada
espiritual� el centro de la cabeza (el centro entre las cejas) que, en
el disc�pulo, es el principal agente para la distribuci�n de energ�a
espiritual.
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En
la meditaci�n, ocupamos nuestro lugar en el centro de la cruz de brazos
iguales, en alineaci�n con la corriente de energ�a que nos est�
disponible en este Festival. El camino vertical de luz es nuestra l�nea
de intenci�n espiritual: nuestra intenci�n vital. El sendero horizontal
es la extensi�n de nuestro servicio. El centro es el punto de tensi�n
donde los dos caminos se funden y mezclan y donde el trabajo avanza. En
ese punto, el disc�pulo puede afirmar:
Soy
un punto de luz dentro de una Luz mayor.
Soy una corriente de energ�a amorosa
dentro de la corriente de Amor divino.
Soy un punto de fuego del sacrificio,
enfocado dentro de la ardiente Voluntad de Dios.
Y as� permanezco.
Soy
un camino por el cual los hombres pueden llegar a la realizaci�n.
Soy una fuente de fuerza que les permite permanecer.
Soy un haz de luz que ilumina su camino.
Y as� permanezco.
Y
permaneciendo as�, giro.
Y huello el camino de los hombres,
Y conozco los caminos de Dios.
Y
as� permanezco
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"Los
doce festivales anuales constituir�n una revelaci�n de la Divinidad"
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Alice
A. Bailey
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� Para profundizar este tema
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Leo - Astrolog�a Esot�rica por
E. G.
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Meditaciones
de Luna Llena - Preliminar
�
Doce
Festivales de Plenilunio
�
Meditaci�n
de Plenilunios
�
La
Ciencia de la Meditaci�n
�
La
Nueva Religi�n Mundial
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Enlace sobre La Gran
Invocaci�n:�
www.gidgi-argentina.org�
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