7. Los Problemas de la Humanidad                                                             

El texto de este libro fue primeramente publicado en forma de panfleto inmediatamente después de la guerra. La intención era mostrar los agudos problemas existentes en siete principales áreas de la vida humana luego de la devastadora experiencia de la guerra mundial.

Está comprendido que los problemas en sí mismos han existido en forma más o menos inconspicua y con efectos en la sociedad humana, cada vez mayores, durante muchos años.

Esta guerra sirvió para precipitar causas incipientes de desorganización en las relaciones humanas y revelar las profundidades desconocidas del mal y la ignorancia.

Esta edición de "Los Problemas de la Humanidad" publicada en 1964 ha sido revisada y editada para eliminar todo hecho e información desactualizada.

Sin embargo continúan confrontando a la humanidad seis problemas básicos, frente al progreso y la oportunidad: la rehabilitación de las naciones, el problema de los niños en el mundo, el problema del capital, el trabajo y el empleo, el problema de las minorías raciales, el problema de las iglesias, el problema de la unidad internacional y la distribución equitativa de los recursos mundiales.

Muchos de estos problemas sociales, económicos y otros, resultan esencialmente del crecimiento de la conciencia humana y del progreso en muchos países y comunidades con carencias reales, hacia la libertad e interdependencia en un mundo moderno.

La enseñanza básica sobre estos problemas humanos, contenidas en estos panfletos, ha sido preservada sin cambio. En ellos aparece una perspectiva que relaciona los factores potenciales y subjetivos con la apariencia externa de los asuntos humanos.

Continuas resquebrajaduras en la conciencia, evaluaciones psicológicas y reacciones a las condiciones mundiales, prejuicios nacionales, religiosos, de clase o raciales, condiciones de analfabetismo, enfermedad y pobreza, y desequilibrio económico, son todos responsables de crear y perpetuar las condiciones en las que la guerra es inevitable.

El reconocimiento de las causas dentro de estos problemas provee sin embargo, la oportunidad a aquellos que aman y sirven al prójimo. Tratar con los efectos con comprensión, compasión e inteligencia, como primer requisito: habilidad de poseer un pensamiento claro e imparcial (una forma de meditación enfocada) ayudan a crear "el pensamiento de las formas de solución". 

Todos los hombres y mujeres de buena voluntad están comprometidos en la solución de estos problemas. Estos son particularmente los compromisos de aquellos que aceptan la auto disciplina del entrenamiento para el discipulado en la nueva era, de aquellos servidores mundiales capaces de relacionar las verdades esotéricas y realidades espirituales con el campo de servicio en el cual se encuentran colocados.

El esoterista de hoy es un trabajador práctico. Su conciencia iluminada hace que tenga a su alcance una fuente de abastecimiento de energía que es inagotable y que se origina dentro de la energía circulante de la Vida Una. Se convierte entonces en un centro de transmisión de energía entre la Jerarquía y la Humanidad, reflejando el alma o principio Crístico, a través de su ambiente de servicio, iluminando y elevando las áreas oscuras de la conciencia humana. Su conocimiento de los asuntos y problemas humanos, lo ayuda a dirigir sus energías a donde pueden ser de mayor utilidad al Plan para el hombre y en la restauración de todas las relaciones.

Para decirlo científicamente y desde el ángulo esotérico: el sello espiritual ha sido interrumpido, y ha habido interferencia en la circulación del flujo divino. Es la tarea de los discípulos mundiales restaurar este fluir y frenar esta interferencia. Este es el mayor problema que enfrenta la gente espiritual en esta era.